Cuida tu relación de pareja. En @hogarmania Magazine tratamos de darte algunas pautas gracias a una psicóloga.https://t.co/PgkzqLVOlF pic.twitter.com/663UrteU6j— Hogarmania Magazine (@Hogarmaniamag) 1 de febrero de 2017
¿Han evolucionado las relaciones de pareja respecto a hace 10-20 años?
Creo que en los últimos años las
expectativas sobre la relación de pareja han aumentado enormemente. Se le pide
a la pareja prácticamente todo: romance, compromiso, una sexualidad perfecta, compañerismo,
contención, apoyo, estabilidad y al mismo tiempo se le pide novedad,
“maripositas en el estómago”. Debido esta idealización de la relación de pareja
no se tiene en cuenta que es normal que aparezcan conflictos, discusiones, y
que “desenamorarse” un poco es una etapa normal y sana de la construcción de la
vida en común.
¿Cómo podemos cuidar nuestra relación de pareja y evitar la monotonía?
Cultivando la atención. Esto es no
dar por sentado a mi pareja. Mirarla, mirarla de verdad, como si fuese algo
nuevo en mi vida. No creer que “ya lo conozco”. Ver lo que nos gusta de nuestra
pareja y decírselo aunque nos parezca que es algo evidente. Buscar momentos
para compartir, comunicarse, contarse las cosas del día, darse apoyo.
Preguntarle y escucharle con atención. Poner ideas en común y llegar a acuerdos
sobre los problemas que van surgiendo. Cuidar las formas, evitar reproches y
juicios. Tener proyectos comunes y aprender algo nuevo juntos son otros
componentes que también ayudan a mantener la ilusión.
¿Qué aspectos no debemos consentir dentro de una relación de pareja?
Hay líneas rojas que no se pueden
atravesar: el excesivo control y celos, los insultos y subidas de tono
permanentes, sobre todo si son delante de los hijos; las descalificaciones en
público y en privado, y por supuesto la agresión física.
¿Se puede prevenir una ruptura?
Una educación para las relaciones sería
la mejor forma de prevención, comprender que la pareja tiene un “ciclo vital”,
cabios de etapa que hay que conocer para afrontarlos creativamente. Este último
tiempo empiezan a llegar a mi consulta parejas que llevan poco tiempo de
relación que quieren modificar patrones de comportamiento perjudiciales. Con
ellos es más fácil trabajar porque es una labor más didáctica que de
reparación, no vienen tan dañados y a veces unas pocas sesiones, un simple
cambio de perspectiva, les ayuda a mejorar mucho, sobre todo la comunicación
que es un pilar fundamental para vivir el amor con plenitud.
Hay muchas relaciones que comienzan
con expectativas desmesuradas o irreales: esperamos que la otra persona nos
proporcione la autoestima, la seguridad, la valoración que no hemos
desarrollado hacia nosotros mismos. Además nos comunicamos mal, con exigencias,
reproches, silencios monolíticos. Todo esto nos garantiza alejar más a nuestra
pareja de nosotros y desde luego no motivarle a que nos dé lo que le pedimos.
Otra forma de garantizarnos sufrimiento y ruptura es pensar que el tiempo arregla
las cosas, suele ser justo al contrario.
¿Qué porcentaje de importancia tiene en una relación el sexo?
Tiene la importancia y el lugar que
cada pareja en concreto quiera darle. No hay fórmulas universales. Lo
importante es que ambos encuentren un equilibrio para satisfacer las
necesidades de cada uno en ese aspecto. Para ello se necesita una gran cantidad
de escucha, respeto, comunicación, y entender la sexualidad de una forma amplia
que incluya el placer del contacto, las caricias, la conexión profunda e íntima
con el otro y que no se limite a un “sexo por objetivos” donde el éxito se
reduzca a la penetración y el orgasmo o a “cumplir” con una frecuencia
determinada.
¿La gestión de momentos complicados a nivel emocional, laboral o familiar
ayuda a fortalecer la pareja?
Son situaciones que ponen a prueba
los recursos personales de afrontamiento y suelen mostrar de qué pie cojea cada
uno; pero desde luego son experiencias que, bien llevadas, sabiendo gestionarlas
de una forma positiva con una buena comunicación, fortalecen y unen más a la
pareja.
¿Cómo afecta la llegada de los hijos a las relaciones de pareja?
Suele ser un momento de crisis. Vienen a mi consulta entre uno y dos años después del nacimiento de un hijo porque
aparecen muchas discrepancias sobre las pautas a seguir en la crianza, o por la
intrusión de las familias de origen, que han derivado en fuertes discusiones. Los
roles han cambiado, las responsabilidades se multiplican, el tiempo escasea y
hay estrés y falta de sueño…¡pero las expectativas siguen siendo las mismas! que
mi pareja me apoye, me atienda, esté sexualmente igual de disponible que antes,
que ponga límites a su familia, que haga las cosas como yo espero que las
haga... en fin, una etapa difícil.
En general muchas mujeres viven la
tensión y autoexigencia de “ser una buena madre” y además desean disfrutar del bebé.
Se sienten incomprendidas y agobiadas por la demanda de volver a “ser pareja”
_sobre todo en el aspecto sexual_ y por la dificultad de conciliar la
maternidad con su trabajo o proyectos profesionales.
Los hombres, en cambio, viven la
decepción de verse desplazados, de no sentirse valorados ni entender qué
necesita su pareja que se queja de forma constante (“parece que no hago nada
bien”). Esto les puede llevar a una conducta escapista de evitación del
conflicto. Esta reacción refuerza vivencias de soledad y abandono en la pareja
quien aumenta sus quejas en un intento fallido de acercamiento. Es la
pescadilla que se muerde la cola.
La Terapia de Pareja ayuda a cortar
con este círculo vicioso para convertirlo en un “círculo virtuoso” donde cada
uno entiende mejor el sentir del otro y sus propios sentimientos, y se
predispone mejor a implementar soluciones en vez de seguir alimentando el
conflicto.
¿Somos su espejo de cara a sus relaciones futuras?
Desde luego somos una referencia
para nuestros hijos en muchas de sus conductas. El primer modelo de pareja que
conocemos es el de nuestros padres. Este modelo y la relación que vivimos con
cada uno de ellos condiciona de forma inconsciente el tipo de pareja que
buscamos y la base de la relación que establecemos con ella.
¿Las parejas acuden a las terapias?
Creo que cada vez es un recurso más
considerado para resolver conflictos y recuperar el amor. Sobre todo las
parejas con hijos son especialmente conscientes de que les merece la pena
intentar solucionar sus dificultades con una ayuda externa cuando se ven al
borde de la separación. Cuando han dejado pasar demasiado tiempo y se han
acumulado mucha heridas y resentimientos esto es más trabajoso.
¿Qué perfil de personas acuden?
Mayormente acuden a terapia parejas entre
los 30 y 40 años con niños pequeños ya que en los primeros años de crianza se
producen muchas discusiones debidas a las expectativas no cumplidas y cambios
de rol. También cuando se ha producido una infidelidad para que les ayude a
superarlo. O parejas jóvenes que inician una relación y empiezan a observar
dificultades en la comunicación, que desean aprender a comunicarse mejor.
¿Qué trabajáis en las sesiones?
Comenzamos por definir juntos unos
objetivos alcanzables. Los ayudo a descubrir la dinámica que han establecido
que produce el bloqueo en el que están y a desarrollar una actitud constructiva.
Además de aprender una nueva manera de escucharse mutuamente, y una nueva forma
de expresión basada en la comunicación empática, también hago hincapié en que
aprendan a comprenderse a sí mismos, a detectar y expresar mejor lo que
necesitan, a mirar qué aspectos no resueltos de sus vidas están afectando en la
relación y cómo atenderlos. A veces veo la necesidad de alternar reuniones
conjuntas con sesiones individuales, para trabajar lo personal que esté
afectando en la relación.
También hay espacios dedicados a
retomar el contacto y la conexión además de otras pautas como tareas a realizar
cuando se van a casa.
¿Qué claves son necesarias para que una pareja salga adelante tras las sesiones?
Además del amor que se tengan, la
actitud constructiva, la paciencia y la flexibilidad, el compromiso y la
perseverancia. Es un trabajo cotidiano que no se hace por sí solo. Hay que
seguir practicando lo aprendido en Terapia, ponerlo en la agenda, dedicarse
momentos especiales solo para la pareja, para cuidar la relación y mantener la
ilusión.
ALEJANDRA HERNÁNDEZ DI BARTOLOMEI
Psicóloga - Terapeuta de Pareja
Psicóloga - Terapeuta de Pareja
ENLACES:
Mi Blog de Terapia de Pareja: https://terapiadepareja-gestalt.blogspot.com.es
Mi Blog de Terapia: http://psicologogestaltmadrid.blogspot.com.es
Mi Blog de Psicología Transpersonal: http://alejandrahernandezterapiagestalt.blogspot.com.es
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